La tercera fuerza es la evolución del hombre en todos los ámbitos

Por Mauricio Reyes Estepa

La Teoría de las Necesidades y la Gestalt

Modernidad

Desde que inicié mi carrera de psicología siempre he tenido un profundo interés por el crecimiento del ser en todos sus ámbitos. Esto me motivó a escoger esta profesión para sumar conocimientos, crecer como persona y entender las dinámicas del ser humano desde un punto de vista empático.

  En este camino por la vida y la universidad siempre afirmé que el ser humano reúne un cúmulo de condiciones de servicio, afectivas y que van más allá de ser un ente económico que solo produce para esta sociedad de consumo. Mis hobbies han sido todo lo relacionado al crecimiento personal, y cuando tuve la suerte de asistir a mi primera clase de psicología humanista, entendí que ese es mi camino y por tanto me prepararé y aumentaré mis conocimientos para ser un psicólogo humanista, ya que lo poco que he investigado, crecido y trabajado es la plena esencia de la psicología humanista. 

Esto me ha llevado a comprender que principios gestálticos como lo es “el aquí y el ahora” es la clave para ser libre de muchas adversidades de la vida, porque el pasado ya no existe y no se puede cambiar, el futuro es impredecible e incontrolable, y solo el presente es lo único real, para vivir en este preciso instante. Los otros, son suposiciones (futuro) y recuerdos (pasado) (Quitmann, 2006). 

Dicen que, si quieres adentrarte en el pasado, entonces mira tú presente que es el resultado de todas tus acciones y si quieres conocer tu futuro mira tú presente que es la causa y resultado. Además, dentro de esta teoría, el exceso de análisis del pasado puede predisponer una depresión y el exceso de ansiedades futuristas puede contribuir a la ansiedad, así que lo recomendado, es vivir el presente dentro de un espíritu de plenitud, armonía y tratando que nuestras acciones sean en lo mayor posible de felicidad, bienestar y servicio a la comunidad (Quitmann, 2006).

Consecuente con lo anterior, me encanta como la psicología humanista ve desde un enfoque integral al ser humano, es decir, donde se compagina con él en sus, virtudes, imperfecciones y dinamismo, únicos dentro de una visión optimista orientada hacia una meta (autorrealización) en el que le permite elegir y decidir el caminar de sus vidas (autonomía), sus acciones y esperanzas (Martínez, 2012). 

La acción subjetiva del ser humano es fundamental para poder entender sus tres saberes: saber conocer, saber hacer y saber ser en aras de la empatía, autenticidad y congruencia. Siento que cuando hablo de psicología humanista veo una dimensión más coherente con el sentir de las personas, con mayor compresión hacia el otro humano y con la ventaja de no solo verlo como un ser patológico sino como una persona que tiene un potencial para transformar su realidad (Quitmann, 2006).

La autorrealización según Maslow es la madre, es la cumbre de la pirámide de las necesidades, cuando ya se han satisfecho y realizado lo que está por debajo. Es cuando llega el momento más apoteósico del ser humano a la autorrealización, y lo mejor de todo, es que es una condición propia, e intrínseca de la persona. En otras palabras, es personal, autentica e inigualable por lo que no sé puede comparar ni equiparar con la de otro ser humano (Quitmann, 2006). 

Por esto, Gestalt dice que el hombre es la suma de sus partes, lo que comprende que la percepción debe estar basada en la experiencia personal, por lo que el psicólogo humanista debe abordar a su cliente despojándose de sus creencias y experiencias propias para ponerse en el lugar de la persona, con el fin de llegar a la libertad y responsabilidad de sus actos y no al juicio de otro ser humano (Quitmann, 2006).

En este orden de ideas, lo que se busca es la conciencia plena en el que se llegue al fin, que es más importante que los medios (contexto) y se llegue a la certeza de que el ser humano es el centro global de todo, en el que tiene unos aspectos somáticos y psicológicos donde no se habla de enfermedad sino de un cambio de ciclo vital, que es parte de un proceso evolutivo así que la función del terapeuta es motivar a unos cambios de ciclo vital y ser un espejo para el cliente en donde se pueda reflejar sus conductas, creencias y pensamientos(Quitmann, 2006). Igualmente, al hablar de las representaciones hay una estrecha relación con los aspectos cognitivos de Beck y Ellies en los que se ve al ser humano desde la perspectiva del aquí y el ahora, donde las creencias nucleares son las que predisponen y condicionan el actuar de una persona (Sanagustín, 2017). Esta parte de la psicología humanista es lo que más me llama la atención porque se compagina con las demás áreas de la psicología sin ser excluyente sino incluyente y ampliando, en vez de ir hacia una posición reduccionista. Posición que se ve desde lo más amplio y abstracto del ser humano. 

El ser humano cuando está en un ambiente de libertad, solidaridad y ecuanimidad en el que hay apoyo afectivo y social continúo; es propicio para la aparición de sus mayores potencialidades, y es así, que si se la de amor y compresión a sus procesos, el sujeto de alguna forma se mueve hacia un completo bienestar interior (Frank, 2012) & (Quitmann, 2006).

La psicología humanista toma de base a la filosofía zen y budista donde su centro es el ser (Quitmann, 2006). Lo que significa la existencia misma del ser humano contestando preguntas existenciales como ¿Quiénes somos? ¿Qué hacemos aquí? ¿Cuál es nuestra visión y misión de vida? Y por supuesto ¿cuál es nuestro propósito de existir? Cuestionamientos que le dan una importancia relativa a las representaciones mentales y a la creatividad para ampliar el conocimiento y crecimiento del ser (Martínez, 2012).

La psicología humanista ve al ser humano a partir del modelo bio-psico-social adicionándole la importancia de la espiritualidad, no desde una postura dogmática y radical sino como una oportunidad de libertad de culto, y de autonomía y responsabilidad de nuestros actos, en la medida en que nos veamos como un arquitecto responsable de sí mismo, por lo que es importante la existencia de relaciones interhumanas (Quitmann, 2006). 

Para el hombre es un factor desarrollador la compresión de la experiencia humana, haciendo hincapié en la posición centrada de la orientación y fenomenología, con énfasis en la investigación de la existencia humana en su integridad (Martínez, 2012) & (Quitmann, 2006).

¿Por qué es tan importante la comunidad en el ser humano? Porque al estar en comunidad permite un descubrimiento de su personalidad y autenticidad, al ser lo suficientemente estimulado en el amor, la creatividad, la confianza y el crecimiento que le dan un valor cultural al sentido de la vida (Quitmann, 2006).

  En una comunidad debe prevalecer la reciprocidad, con valores, responsabilidad y respeto mutuo que son principios básicos de la espiritualidad, igualmente, se debe fomentar la cooperación, creando un orden incluyente con sus semejantes haciendo un desarrollo individual y social (Frank, 2012).

Lo mejor, es que en la primera lectura de este curso de psicología humanista se plantea que hay una relación directa con diferentes corrientes, es decir, la psicología humanista no se puede determinar como una sola corriente sino como un conjunto holístico de diferentes doctrinas, hasta llegar al punto de la medicina alternativa o bioenergética (Quitmann, 2006).

Considero, que la mejor y novedosa parte de este sistema de pensamiento es escuchar que no hay anormalidad y normalidad en esta filosofía de vida, ya que dentro de tanto concepto errado en esta sociedad se pierde el sentido de lo que es normal o no (Villegas, 1986). 

Gracias a ello nace el concepto de normóticos que lo podríamos entender como una línea recta donde en un lado está la normalidad y en otro la anormalidad. Lo que llamamos “normal” de cierto modo es visto en la psicología humanista como un espectro socialmente aceptado, no obstante, para la psicología humanista no existe el termino de normalidad en el que busca quitar esas etiquetas, prejuicios, estereotipos y paradigmas que tenemos sobre algo o alguien que es diferente a lo que se considera como normal o como dijo la profesora Claudia en clase “todos tenemos nuestra pendejada”. Por ende, no deberías estigmatizar a nadie por cometer errores, o por de cierto modo ser autentico (Villegas, 1986).

Puede ser que el sujeto tenga su condición “especial”, sin embargo, eso no me da derecho a no valorar su talento y poder para realizar sus metas personales y a etiquetar la discapacidad que pueda tener (Villegas, 1986).

Esto fue todo por hoy, y quiero confesarte profesora que me estoy descubriendo como psicólogo humanista o por lo menos así me considero.

Referencias

  1. Frankl, Viktor. Fundamentos y aplicaciones de la logoterapia. Barcelona: Herder Editorial, 2012. Print
  2. Martínez Miguélez, Miguel. La psicología humanística: un nuevo paradigma psicológico. México: Trillas, 2012. 
  3. Quitmann, Helmut. Psicología humanística. Bogotá: Editorial pastor, 2006. Impresión.
  4. Sanagustín, A. (26 de junio del 2017). Teoría cognitiva de Aaron Beck. [YouTube]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=RSLJJKKtupg
  5. Villegas i Besora, M. (1986). La psicología humanística: historia, concepto y método. Anuario de Psicología, 1986, vol. 1, num. 34, p. 7-45.

TITULO

La obra resignifica la forma de pensar de manera más positiva con el objetivo de enseñar a ver, todo tipo de sucesos desde la mejor perspectiva posible, en pro de una constante evolución del ser humano. 


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